Un invernadero es la herramienta más útil para el agricultor al permitir producciones fuera de temporada, conseguir mayor precocidad, aumentar los rendimientos, acortar los ciclos vegetativos de las plantas y mejorar la calidad de los cultivos mediante una atmósfera interior artificial y controlada.
La agricultura bajo invernaderos permite obtener una producción limpia, trabajar en su interior durante los días lluviosos, desarrollar cultivos que necesitan otras condiciones climáticas y evitar los daños de roedores, pájaros, lluvia o el viento.